En La Razón: "Fígaro, tal como lo quiso Mozart".


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Considerada una de las mejores creaciones de Mozart, “Las bodas de Fígaro” es también una de las más representadas en el planeta. Desde este viernes y por cuatro funciones, se la podrá ver en el Teatro Avenida, en la segunda fecha del ciclo de óperas organizadas por Juventus Lyrica.

“Las bodas de Fígaro” es la primera de las tres óperas que Mozart creó con libreto del italiano Lorenzo Da Ponte. Las otras dos son “Don Giovanni” y “Così fan tutte”, otros dos clásicos. Esta ópera, que continúa con los personajes de “El barbero de Sevilla”, refiere desde lo argumental a la tradicional costumbre que tenía el hombre feudal de poseer a una sirvienta antes de su casamiento y esta ópera lo aborda con humor. Pero estrenada tres años antes de la Revolución Francesa, también tuvo sus alusiones políticas y sociales y generó más de una polémica en aquella época. Mozart se inspiró de una obra prohibida del dramaturgo francés Pierre-Augustin de Beaumarchais: “La ópera disfraza de comedia un ataque a la moral aristocrática. ‘Si quiere bailar, señor condesito’, seguramente incomodó a muchos. Pronto se comenzó a vivir una verdadera ‘figaromanía’: en sus calles se lo silbaba y se lo canturreaba”, explican desde la asociación Juventus Lyrica.

Esta puesta tendrá como particularidad desde el punto de vista musical que se hará con los instrumentos de la época en que fue creada: fines del siglo XVIII. La dirección musical estará a cargo del joven director argentino Hernán Schvartzman, de 35 años, quien se formó mayormente en Holanda, donde reside y trabaja desde hace diez años. “Es un clásico con muchas aristas. En cuanto a lo musical, trabajamos con los instrumentos de época, sean réplicas o alguno muy antiguo, con lo cual se consigue una sonoridad muy distinta a la obtenida con instrumentos actuales. Se trata de un sonido más amalgamado. Los instrumentos de cuerda, por ejemplo, usan cuerdas de tripa y no de metal, eso da un sonido más aterciopelado por decirlo de alguna manera”, detalla Hernán. La intención es entonces reproducir lo más fielmente la obra tal como la concibió Mozart en 1786, año de su estreno en Viena. “La idea es acercarse a la sonoridad que tenía Mozart en la cabeza con los recursos que tenemos hoy”, dice.

Schvartzman, quien en Argentina se formó con el Maestro Antonio Russo, trabaja para Juventus Lyrica desde 2010 con puestas que usan instrumentos de época: “Cinco años después ya es otro el punto de partida. Son músicos de alto nivel y logramos un muy buen resultado final. Incluso, las voces se mezclan mejor de esta manera, porque los instrumentos no las tapan”, cuenta Hernán, que sabe de lo que habla, porque es egresado del Conservatorio Real de La Haya, ciudad donde vive, y donde se graduó en Dirección Orquestal y en Dirección de Opera Italiana de los siglos XVII y XVIII. Todo un especialista.